«Nuestro objetivo es que las vaquillas del futuro paren a los 22 meses. Y eso solo es posible si nada falla durante el proceso de cría de la ternera», explica Eline Hoekstra, de 20 años. 

En la granja lechera de la familia Hoekstra trabajan el padre Anne, la madre Lianne, el hijo Marco y la hija Eline. Muchas vacas, pero poco ganado joven. Para muchos ganaderos lecheros, esa es la ambición hoy en día. Y, en ese sentido, la granja lechera de la familia Hoekstra (en Haule (Frisia), Países Bajos) no es ninguna excepción. Lo que es excepcional es la atención que los Hoekstra le prestan a la cría de las terneras.

Alimentar al mundo

Eline estudia tercero de Ganadería y Cría Animal en la Universidad de Ciencias Aplicadas Van Hall Larenstein en Leeuwarden. De vez en cuando ayuda en la granja de sus padres. ¿Cómo podemos alimentar al mundo sin agotar el planeta? Esta es la clase de problemas que estudia Eline en la universidad. «Las granjas lecheras tendrán que producir de forma eficiente sin perder de vista el bienestar animal y la biodiversidad, no solo en los Países Bajos, sino en todo el mundo. La población mundial está creciendo con rapidez. Y esas personas necesitan comida sana producida de forma sostenible». 

Este enfoque sostenible y orientado al futuro de la producción comienza por una granja lechera con una cría de terneras eficaz. «Las terneras de hoy serán vacas lecheras en dos años, y tienen que ser capaces de producir leche sin problemas durante años».

Cuatro puntos de atención

Desde el nacimiento de la ternera, la familia Hoekstra se centra mucho en la futura generación. «Manejamos cuatro principios para la administración del calostro: mucho, rápido, fresco y con frecuencia. En los tres primeros días, se alimenta a las terneras cuatro veces al día». Después, hasta que tienen nueve semanas, se les da de comer en abundancia. «Muchos programas de alimentación sugieren un máximo de entre siete y ocho litros de leche al día. Las investigaciones demuestran que con esos volúmenes las terneras siguen hambrientas. Hemos participado en un ensayo organizado por nuestra clínica veterinaria en el que a las terneras se les daban cantidades de leche limitadas o ilimitadas. Estamos encantados con este innovador enfoque sobre la alimentación. Ahora damos hasta un máximo de doce litros al día». 

Más adelante, la administración de leche se reduce rápidamente, para fomentar la ingesta de concentrados y forraje. «A la larga nuestro objetivo es inseminar a las vaquillas a la edad de trece meses y que paran a los 22».

| «La ganadería lechera sostenible comienza por una cría de terneras eficaz»

| «Las terneras de hoy son las vacas del futuro»

 

Sucesión en la granja

Eline se muestra interesada por la granja de sus padres. «Pero aún no estoy segura de si me encargaré de ella en el futuro. La ganadería lechera es una profesión fantástica y variada, y me encanta tratar con animales. Por otro lado, también me gustaría trabajar lejos de casa». En la actualidad, la familia ordeña a más de noventa vacas. En opinión de Eline, es un buen número, tanto ahora como en el futuro. «Para mí la idea es una granja lechera que en principio no requiera mano de obra externa».