El efecto de la temperatura en el rendimiento de la cerda

piglets and sow

Manténgalas frescas 

Aunque en cada parte del mundo tengamos diferentes climas, en general las altas temperaturas y la humedad suponen un desafío para todas las cerdas, especialmente durante la lactancia. Este impacto de las altas temperaturas y la humedad en el rendimiento de la cerda se conoce como estrés térmico. Se ha demostrado que el estrés térmico en las cerdas en lactancia disminuye la ingesta de pienso, la producción de leche, el rendimiento reproductor e, indirectamente, la tasa de crecimiento de los lechones. Estos efectos adversos pueden llegar a darse ya con solo que las temperaturas pasen de 23-25 ˚C. 

 

¿Entonces cómo puedo ayudar a la cerda para minimizar la bajada de rendimiento? Altas temperaturas y humedad, ¿qué está pasando? 

 

El estrés térmico en los cerdos se produce cuando la temperatura ambiente excede el rango termoneutral del animal y su cuerpo no puede deshacerse del exceso de calor corporal. Al contrario que otros animales, los cerdos no tienen glándulas sudoríparas funcionales, por eso no son capaces de sudar y librarse del calor corporal de forma eficiente. Esto significa que cuando sube la temperatura ambiente, también es probable que ascienda la del cuerpo de la cerda. 

Para una cerda en lactancia, la temperatura ambiente óptima está por debajo de 20 ˚C. El estrés térmico puede aparecer ya con temperaturas por encima de los 23-25 ˚C. Además de la temperatura ambiente, también la humedad relativa del aire influye en esta (alta) temperatura, ya que una elevada humedad en el ambiente puede provocarles estrés térmico a las cerdas en lactancia incluso a temperaturas más bajas. 

piglets and sow

Cuando las cerdas sufren estrés térmico, adaptan su comportamiento para bajar (más) su temperatura corporal. Uno de estos comportamientos es que empiezan a jadear y a comer menos. El motivo es que el consumo de pienso y su digestión contribuyen a producir más calor en sus cuerpos. Un metaanálisis realizado por Ribeiro et al. (2018; basado en veinte artículos científicos) para evaluar el efecto del calor en el rendimiento de las cerdas en lactancia y sus camadas demostró que por cada grado de aumento de temperatura ambiente, el consumo de pienso bajaba de media 148 g/día (véase el gráfico). Una investigación de Renaudeau et al. (2003) demostró incluso que con cada aumento de un grado en la temperatura ambiente entre los 25 ˚C y los 27 ˚C, con una humedad variable entre el 50 % y el 60 %, se producía una reducción de la ingesta de pienso de 214 g/día. 

Graphic effect of temperature on sow performance

La producción de leche está influida (principalmente) por el consumo de alimento, por lo que el estrés térmico también repercute en este aspecto. Con cada grado que sube la temperatura ambiente se puede observar una reducción de 227 g/día en la producción de leche de la cerda (Ribeiro et al., 2018). Esto tiene consecuencias negativas indirectas en el rendimiento de los lechones. 

¿Qué puede hacer para ayudar a sus cerdas? 

Para minimizar la bajada de rendimiento y, posiblemente, de rentabilidad, aquí tiene tres consejos importantes que a veces se pasan por alto. 

 1. Dele de comer a las cerdas con más frecuencia a lo largo del día en menores cantidades y en los periodos más frescos del día. Además del pienso, asegúrese también de que la cerda tenga acceso al agua (en mayor cantidad). Especialmente antes y después del parto, para un inicio óptimo de la producción de leche y una mejora del consumo de pienso. La higiene también es un tema importante al que prestar atención, pues las altas temperaturas incrementan el riesgo de que se ensucie el alimento que se les da a los animales. Asegúrese de mantener fresco el pienso para aumentar su consumo.

Para estimular la ingesta, también viene bien procurar que a la cerda le dé aire fresco en la cabeza. El aire fresco hace que la cerda perciba que la temperatura es más baja, lo que la hace más capaz de evaporar el agua de los pulmones y comerse el pienso.

 

2. Cambie el equilibrio nutricional de la dieta. El rendimiento de las cerdas en lactancia expuestas a altas temperaturas se puede mejorar reduciendo la producción de calor del animal, por ejemplo, bajando el nivel de proteína bruta o empleando menos fibra. Además, sustituya el almidón por grasa como fuente de energía. La grasa es una excelente fuente de energía y un ingrediente que genera menos calor durante la digestión.  

Sin embargo, procure dar una fuente de grasa que tenga buen sabor y sea de fácil digestión, como la que se utiliza en Lactolat. Lactolat es un producto de base láctea diseñado específicamente para cerdas en lactancia que contiene ingredientes activos que estimulan el apetito y mejoran el consumo de pienso, así como grasa microencapsulada con base de aceite de coco y palma.  

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3. Ayude a los lechones. La disminución del consumo de alimento de la cerda durante la lactancia debida al estrés térmico perjudica la producción de leche. Por tanto, es importante ayudar a los lechones lactantes administrándoles un extra de leche, como Porcolac.  

Porcolac es un sustituto lácteo prémium lleno de nutrientes adecuados de origen lácteo, completados con vitaminas y minerales esenciales y nuestra fórmula para la salud Imagro. 

De esta forma, se apoya a las cerdas para que cubran las necesidades de los lechones sin que esto vaya en detrimento de la producción de leche, y los lechones se benefician de los nutrientes y energía adicionales que les proporciona el sustituto lácteo. 

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